Revista Tedeja 1998 |
|
||
LOS ORIGENES ROMANOS DEL CASTILLO DE TEDEJA | |||
Durante el pasado verano de 1997 se desarrolló la cuarta campaña de excavación arqueológica en el castillo de Tedeja, y en ella se continuaron los trabajos iniciados en años anteriores según los criterios lógicos, científicos y metodológicos (1o que a más de uno le aburrirá ante la "posibilidad" de "ir más rápido" y "con más presencia de murallas"...) que un trabajo de este tipo requiere. Se trataba, entre otras cosas, de comprender las características formales del recinto defensivo, de analizar sus elementos constitutivos, de comprobar sus diversas fases constructivas y de ocupación..., y todo ello prácticamente sobre el mismo espacio excavado hasta la fecha. Ahora bien, por otra parte nos habíamos propuesto dos nuevos objetivos: el primero, intentar rescatar algún material orgánico que nos permitiera realizar análisis radiocarbónicos para obtener alguna datación absoluta; el segundo, realizar dos sondeos a fin de identificar algún acceso al recinto (para lo cual, previamente, durante el invierno, dos de los miembros del equipo habían estado prospectando las laderas del cerro). Afortunadamente las cosas salieron bien en el sentido de que pudimos recoger muestras y, también, encontramos una de las puertas del recinto. Ambos hechos nos proporcionaron mayor satisfacción de la prevista. Nuestras hipótesis de trabajo nos llevaban a admitir, y defender, que Tedeja, perfectamente documentado en el siglo XI d.C., tenía una fase de ocupación anterior, altomediaval, y que sin duda debió constituir uno de los primeros (y posiblemente más importantes) castillos de Castilla (de esos que no se conservan en pie y que tan poco se parecen a los que todos tenemos en la mente). Pero los resultados de la excavación y de las analíticas nos depararon, como hemos señalado, felices sorpresas. La excavación del 97 nos mostró que el acceso recién descubierto al recinto |
castrense de Tedeja se practicaba en unas estructuras defensivas de apariencia romana, hecho que no dejaba de ser sorprendente y que incluso provocó división de opiniones entre los directores de la excavación, debate que quedó zanjado definitivamente unos meses después al recibir los resultados del carbono 14. Se habían remitido al Laboratorio de Instrumentación Científica de la Universidad de Granada dos muestras, una correspondiente a ese sector del acceso, y en relación estratigráfica directa con él, y otro procedente del sector de excavación más trabajado, y correspondiendo a niveles situados entre la primera y la segunda fábrica de los muros. Las muestras, además, se calibraron con los programas de la Universidad de Washington (U.S.A.). Para la puerta, los resultados obtenidos nos hablan de mediados del siglo V d. de C., es decir, del fin de la romanidad en Hispania, mientras que para las defensas del Sector 1 u Oeste, los resultados nos permiten identificar un nivel de ocupación puramente visigodo, de mediados del siglo VII d. de C. Sin duda, son datos que incrementan substancialmente la importancia histórica y arqueológica de Tedeja, que pasa a convertirse en uno de los escasos vestigios de arquitectura militar no urbana de época tardorromana en la Península Ibérica, así como en un no menos importante, y escaso, yacimiento castrense de época visigoda, y localizado frente a los pueblos del norte. Súmese a ello la solución de continuidad que supone esta secuencia histórica, tanto entre sí como respecto a los niveles claramente alto y plenomediavales ya documentados con anterioridad. De todo ello daremos buena cuenta en un próximo artículo, donde esbozaremos las características y significación histórica de este descubrimiento (¡esto es, en Arqueología, un descubrimiento! y no los inexistentes tesoros que algunos pretenden encontrar mediante el destrozo y pirateo de los yacimientos...). El equipo director |