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CARTA ABIERTA

Enterrando las Merindades

Muy a pesar de los sufridos habitantes de las Merindades, para nuestros políticos descrita como zona limítrofe con las provincias de Vizcaya y Cantabria y por lo tanto denominada como zona frontera, vemos como el desinterés (que viene de antaño) por nuestra zona se ha convertido en poco menos que desprecio. Es duro hacer manifestaciones de ese tipo, pero la realidad y el sentido común lo imponen, son los hechos de esos nuestros políticos los que a mi juicio me llevan a efectuar esas manifestaciones, su desconocimiento hace que se este cometiendo una barbaridad sin precedentes, lo que resumo de forma breve:

Se nos limita el acceso a servicios comunes en otras zonas, sanidad, cultura, ocio, etc. Se nos limita o coarta nuestro desarrollo, con infraestructuras que cuando menos invitan a que se nos visite poco o nada. Se anula nuestra posibilidad de desarrollo, se nos ha dejado a nuestra suerte, poco menos que abandonados, lo que implica serias dificultades para el desarrollo turístico, industrial etc

Lo indicado no es una manifestación gratuita sino constatadle, para el lector que no lo conozca, hemos de indicar que estamos en una de las zonas más ricas, en todos los sentidos, pero esa riqueza requiere para su normal explotación de una serie de elementos, que son precisamente los que nuestros políticos nos vienen negando de forma sistemática, es como tener un negocio y no encender las luces del escaparate, la venta es nula.

No son capaces de ver que una zona como la nuestra es generadora de riqueza y mucha más que se pudiera generar, y ese es el negocio, dado que de si se genera riqueza la misma es susceptible de reparto por los cauces legales, y puede y debe beneficiar a otras zonas de nuestra provincia y comunidad. No son capaces de ver que nuestro futuro esta en la creación de infraestructuras de primer nivel que nos permita recibir otro tipo de inversiones para la generación de riqueza, turismo e industria.

No son capaces de ver, pese al auge inmobiliario, que hay que echar cimientos para un crecimiento sóli­do y sostenido, que no es otro que la industria y el turismo, al que no se mima como se debe, de ahí que el mismo en los últimos años se esta decantando hacia un turismo que sin despreciar, es de lo que vivimos, no quiero calificar.

En suma, somos un campo de cultivo, sembrado y abonado y nuestros políticos nos dicen que no hay gasoil para nuestra cosechadora, triste, simplemente muy triste, ciertamente como se dice en el titulo están Ustedes enterrando las Merindades, condenándonos a pasar de Ustedes como ustedes pasan de nosotros, en definitiva una guerra estéril que a la larga a todos, también a Ustedes, perjudicará en una u otra forma, a no ser que hagan un ejercicio de racionalidad y sentido común, difícil, lo se, pero si se lo proponen seguro que alguno de Ustedes tiene un atisbo o recuerdo de lo que era eso.

José María Fernández. /

correo electrónico  D.B. 2004

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